Se llama gasto metabólico del cuerpo a la intensidad con que se libera energía a partir del metabolismo de los nutrientes en todo el organismo. Bajo condiciones muy trnaquilas es de 60 a 70 calorías por hora, lo cual se llama metabolismo basal. Sin embargo, puede incrementarse hasta 20 veces durante el ejercicio intenso, lo que fomenta el gasto metabólico mucho más que cualquier estímulo. Otros factores que pueden incrementar el gasto metabólico en grado mucho menor son:
La temperatura corporal se regula con mucha precisión por equilibrio entre la pérdida de calor y la producción del mismo. El calor se pierde de tres maneras:
El control de la pérdida de calor se debe a:
Bibliografía: Guyton, A.C., Fisiología Humana, 6a. edición, Editorial Interamericana, pág. 553-566.
- Estimulación simpática, aproximadamente dos veces;
- Efecto de la hormona tiroidea sobre el metabolismo celular, también dos veces aproximadamente; por último,
- Fiebre cerca de dos veces por cada 8ºC de aumento de temperatura corporal.
La temperatura corporal se regula con mucha precisión por equilibrio entre la pérdida de calor y la producción del mismo. El calor se pierde de tres maneras:
- Por radiación
- Por conducción hacia el aire y los objetos sólidos y;
- Por evaporación de agua por los pulmones y la piel, en especial cuando la persona suda.
El control de la pérdida de calor se debe a:
- Regulación de la circulación de la sangre por la piel, que a su vez regula la transferencia de calor desde la parte central del organismo hacia la superficie del cuerpo y,
- Regulación de la sudación, que a su vez controla la evaporación a partir de la piel.
- Estimulación simpática por todo el organismo, que incrementa el metabolismo celular,
- Aumento del tono muscular y producción de escalofríos, fenómenos ambos que incrementan en gran medida la producción de calor por los músculos durante periodos prolongados y,
- Regulación de la secreción de la hormona tiroidea, que incrementa el metabolismo de todas las células.
Bibliografía: Guyton, A.C., Fisiología Humana, 6a. edición, Editorial Interamericana, pág. 553-566.
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